La Exposición Iberoamericana de 1929

Publicado el 11/06/2009

La Exposición Iberoamericana según el archivo fotográfico de ABC

Vista aérea de la Plaza de los Conquistadores, entre la actual avenida Reina Mercedes y la Raza, donde se hallaba la fuente del mismo nombre, y se concentraban la mayor parte de los pabellones españoles, el de Turismo y las galerías comerciales. 1929. (Archivo ABC)
El consejero de Innovación inauguró ayer la muestra . SEVILLA
Jueves, 11-06-09
En la mañana del 9 de mayo de 1929, Sus Majestades los Reyes Don Alfonso XIII y Doña Victoria Eugenia inauguraban, ante una gran multitud, la Exposición Iberoamericana. Fue en la Plaza de España toda engalanada, la obra más representativa de Aníbal González y símbolo arquitectónico de aquel certamen que se prolongó hasta el 21 de junio de 1930. Acaban de cumplirse, por tanto, 80 años de la ceremonia solemne que plasmó el pintor Alfonso Grosso en el lienzo de grandes dimensiones que se conserva en el salón del Almirante del Alcázar. Los sevillanos y visitantes de todo el mundo tuvieron la oportunidad de conocer de cerca, y en un área de pocos kilómetros, varias facetas del arte, la historia y el comercio de aquellos países de ultramar que dejaron aquí interesantes recreaciones de su mejor arquitectura de ida y vuelta. Todo ello, continente y contenido, conformaban un rico mestizaje de formas exóticas, colores, aromas y melodías que impregnaron la ciudad. El esfuerzo fue grande en un momento de crisis económica internacional, que dejó a la ciudad endeudada por muchos años.
Lo esencial de esa nueva Sevilla que fue la Exposición queda actualmente en pie con mejor o peor fortuna, como el Parque de María Luisa, diseñado por el francés Forestier, y toda la arquitectura regionalista que encierra, y los pabellones principales que se extienden desde los jardines de San Telmo (Casino, teatro de la Exposición, hoy Lope de Vega, y los pabellones del Perú, Chile, Uruguay o Estados Unidos), hasta su prolongación natural por la avenida de la Palmera (pabellones de Argentina, Brasil, México, Colombia, Cuba, entre otros.) También se conservan los Hotelitos del Guadalquivir, que era el nombre original del actual barrio de Heliópolis. Sin embargo, nada o casi nada ha perdurado de los pabellones españoles y de otras instalaciones internacionales que se extendían por el sector sur, entre la avenida Reina Mercedes y La Raza. La torre del pabellón de Córdoba es el único vestigio in situ que resta de la Glorieta de los Conquistadores, una de los recintos más visitados de la Exposición. Con la muestra que hoy se abre al público en el Pabellón de Perú, sede del CSIC-Museo de la Ciencia, comisariada y organizada por ABC y patrocinada por Vimac, se intenta rememorar diversos instantes de aquel acontecimiento a través de la fotografía, resaltando, sobre todo, lo que ya es historia y el ambiente festivo con su ajetreo humano que traspasó los límites de toda la zona expositiva. El comisario de la muestra es Pablo Ferrand.
Una selección de casi cien imágenes del fondo gráfico del archivo ABC, sacadas de negativos y positivos de fotógrafos como Serrano, Sánchez del Pando, Gelán, Dubois o Barrera. O de copias de originales procedentes de la Fototeca Municipal y de alguna colección privada. Cronológicamente, la exposición parte desde los inicios de los preparativos de la muestra Iberoamericana hasta el año 1930. La amenidad y el rigor están garantizados por la variedad de perspectivas y motivos de interés que encierra la muestra, en donde no faltan las vistas aéreas de conjuntos arquitectónicos desaparecidos, como la Plaza de los Conquistadores, donde se agrupaban los pabellones de las provincias españolas y las galerías comerciales. Y otras como el demolido pabellón de Agricultura, del arquitecto Juan Talavera, o el parque de Atracciones, con imágenes de la montaña rusa, que causó sensación en aquella época, al igual que el tren en miniatura, que recorría todo el recinto, desde el parque de María Luisa hasta el sector sur. Esta sucesión de imágenes, con reproducciones a gran tamaño, permite revivir la historia y el ambiente de aquel sueño iberoamericano, acercándonos a su gestación, montaje e inauguración; a los pabellones desaparecidos, a las visitas de la Familia Real, a las diversiones, al interior de los edificios, y a la repercusión que tuvo aquel acontecimiento en la ciudad y sus fiestas. Todo ello queda plasmado en cada una de las fotografías que se exponen en una sala del antiguo Pabellón de Perú, que conserva la decoración pictórica original del techo de madera

Asociación Cultural y Recreativa, A.S.A.

Apartado de Correos 16.006 - Sevilla - 41015 - 

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